¿CÓMO TRABAJAMOS LOS TERAPEUTAS OCUPACIONALES EN PEDIATRÍA?

El terapeuta ocupacional en pediatría, va a evaluar (mediante escalas estandarizadas y otros procedimientos) y tratar las habilidades motoras, habilidades de procesamiento cognitivo y las habilidades de comunicación que intervienen en el desempeño ocupacional del niño. Éste se pone en marcha en las Actividades de la Vida Diaria Básicas (AVDB), Actividades de la Vida Diaria Instrumentales (AVDI), juego, participación social, educación y ocio.

Enfoques de tratamientos:

Neurodesarrollo (concepto Bobath), Facilitación Neuromuscular Propioceptiva, Concepto Affolter, Integración Sensorial, biomecánica y enfoques Perceptivo-Cognitivos y Cognitivo- Conductual.

El desarrollo ocupacional del niño tiene en cuenta los aspectos biopsicosociales del mismo. Es decir, los factores sensoriomotores, perceptivos, cognitivos, emocionales y sociales que se ponen en marcha cuando el niño realiza una actividad u ocupación significativa.

El Terapeuta Ocupacional trabaja de forma conjunta y coordinada con el fisioterapeuta, psicólogo y logopeda para conseguir una mayor evolución en el tratamiento del niño.

Valorará los diferentes entornos del niño (colegio, parque, domicilio familiar) con el fin de que el niño participe en la comunidad de manera autónoma y realizará las modificaciones oportunas.

Encargándose de la prevención, diagnóstico funcional, tratamiento e investigación de las ocupaciones diarias en las diferentes áreas. Para incrementar la función independiente y mejorar el desarrollo de los niños que presentan dificultades en su desempeño diario. Así mismo, incluye la adaptación de las tareas o el ambiente para lograr la máxima independencia y mejorar la calidad de vida.

Para que un niño desempeñe una tarea funcional, tal como: colocarse los zapatos, atarse los cordones, escribir al ritmo de sus compañeros en clase, existen habilidades subyacentes que son prerrequisitos, llamadas componentes del desempeño ocupacional.

OBJETIVOS

El objetivo general de la Terapia Ocupacional pediátrica e infantil es el de maximizar el potencial individual de cada niño/a facilitando su desarrollo en su domicilio, en la escuela, en sus actividades de la vida diaria y en el juego mediante el uso de actividades terapéuticas.

Por otro lado, los objetivos específicos podríamos resumirlos de la siguiente manera:

  • Mejorar la función de la extremidad superior: alcance de diferentes objetos, desarrollar la preferencia manual, la coordinación óculomanual y bimanual.
  • Aumentar la autoestima del niño modificando y/o adaptando sus actividades y contextos de ejecución.
  • Mejorar los componentes de ejecución en el agarre, la manipulación, la coordinación y la integración bilateral, entre otros.
  • Favorecer un adecuado posicionamiento e higiene postural.
  • Mejorar el equilibrio, la marcha, la sedestación y el posicionamiento para realizar las actividades de forma correcta.
  • Asesoramiento en productos de apoyo.
  • Fomentar la independencia en actividades básicas de la vida diaria acorde a su edad.

ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN

En el departamento de Terapia Ocupacional se seguirán las siguientes estrategias de intervención:

1.- Entrenamiento y asesoramiento a la familia

2.- Valorar, asesorar y entrenar en ayudas técnicas para la adaptación del domicilio y del entorno escolar

3.- Selección del equipamiento postural más adecuado para evitar deformidades y favorecer el proceso de rehabilitación

4.- Mejorar desempeño funcional del niño para que participe en las ocupaciones significativas: juego, colegio

5.- Prescripción, elaboración y entrenamiento en órtesis y prótesis

6.- Evaluación y entrenamiento en las AVD

7.- Mejorar y/o mantener las habilidades funcionales para la mayor autonomía posible

METODOLOGÍA DE INTERVENCIÓN

Evaluación: Es imprescindible valorar la situación global del individuo, para identificar las áreas de disfunción. El propósito de la evaluación en Terapia Ocupacional se puede resumir en tres grandes objetivos:

1. Analizar el desempeño del niño en sus ocupaciones diarias, a través de las tres áreas: cuidado personal, productividad (actividades relacionadas con la escuela, y pre-laborales) y juego.

2. Valorar los componentes del desempeño ocupacional. (las herramientas motoras que disponemos)

3. Evaluar el contexto del desempeño: la relación recíproca entre el niño y su ambiente.

Para poder abordar la evaluación se utilizan diferentes instrumentos, algunos estandarizados y otros no, los cuales se seleccionan a partir de un proceso de razonamiento clínico.

Análisis de datos- Identificación de las áreas de disfunción: Tras la valoración, se planifica y organiza con antelación el programa de Terapia Ocupacional a seguir, trazando sus objetivos, contando con los recursos disponibles y la opinión del familiar.  Es importante evaluar de forma continuada, dirigiendo y supervisando el programa de Terapia Ocupacional a fin de aplicar en cada caso las modificaciones oportunas.

Planificación de la intervención: Dependiendo de las necesidades del usuario, el profesional deberá ajustar los horarios de tratamiento.

INTERVENCIÓN Y TRATAMIENTO

Nuestra intervención y tratamiento más específicamente se va a concretar en:

Favorecer la adquisición de habilidades y destrezas motoras, perceptivo-cognitivas y socio-afectivas del niño/a a través del juego para lograr un desarrollo armonioso y equilibrado. Concebimos al niño/a como un ser global donde los siguientes aspectos están íntimamente interrelacionados entre sí:

  • Aspectos motores: coordinación dinámica general, coordinación visomanual y visopedal, equilibrio, tono muscular, postura, fuerza muscular, manipulación gruesa y fina…

  • Aspectos cognitivos: sensaciones propioceptivas, exteroceptivas, percepciones auditivas, visuales, táctiles, asociar, discriminar y nombrar conceptos espaciales, temporales, formas, colores, tamaños, atención, memoria, lenguaje (gestual, verbal, gráfico o plástico; comprensión y expresión), imaginación, creatividad, capacidad de resolver problemas, anticipación… presentes desde la exploración más básica hasta la representación.

  • Aspectos socio-afectivos: interés por el entorno físico y humano, requisitos básicos de comunicación (contacto ocular, contacto corporal, postura correcta, intención comunicativa, establecimiento de turnos…), conocimiento de sus posibilidades y limitaciones, miedos e inseguridades, iniciativa, tolerancia a la frustración, comprensión de reglas básicas…

                                     

  • Potenciar, en lo posible, la autonomía e independencia de los niños/as en la realización de las tareas de la vida diaria como el vestido-desvestido, aseo-higiene, alimentación y manejo de útiles escolares… con el objeto de que el desarrollo personal sea lo más satisfactorio y funcional posible.

  • Realización de las adaptaciones en el aseo, vestido, alimentación, deambulación, juego y material escolar que favorezca la integración del niño/a en el entorno que le rodea, de manera que pueda vivenciar sus acciones y sentirse autor de las mismas.
  • Asesoramiento a la familia y a su entorno (escuela infantil) sobre el manejo ante determinadas circunstancias y de las ayudas técnicas y adaptaciones necesarias eliminando o minimizando las barreras existentes que dificultan o imposibilitan la autonomía del niño/a en su hogar. En muchas ocasiones se hace imprescindible la valoración y la utilización de todas estas ayudas técnicas y adaptaciones que puedan mejorar el nivel de autonomía y que faciliten en lo posible la integración del niño/a en su entorno más cercano.
SEGUIMIENTO

Realizar seguimientos periódicos del niño/a para observar la posible evolución y valorar los logros en la autonomía de las actividades de la vida diaria y asesorar a los padres de las posibles modificaciones en los hábitos y en las adaptaciones realizadas.

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